¿Tienes una empresa? ¿Cuentas con un móvil, ordenador, muebles de oficina, materiales de producción o maquinaria específica?
Entonces ya tienes lo que, en jerga contable, se conoce como activos.
Debes saber que, con el paso del tiempo, estos activos pierden valor. Por ello, para una correcta gestión de tu negocio, debes tener en cuenta la amortización de los activos y cómo automatizarla con un software de gestión como Tryton.
Te lo contamos todo al detalle.
Índice de contenidos
¿Qué es un activo?
Los activos son los “bienes, derechos y otros recursos controlados económicamente por la empresa, resultantes de sucesos pasados, de los que se espera que la empresa obtenga beneficios o rendimientos económicos en el futuro”, según el Real Decreto 1514/2007, por el que se aprueba el Plan General de Contabilidad.
Para que veas un ejemplo: tu portátil, una de las máquinas o las materias primas que utilizas en la producción de tus pedidos, son activos de tu empresa.
Asimismo, los activos pueden ser de dos tipos:
- Activos corrientes: son aquellos que forman parte de las inversiones cíclicas de una empresa y no tienen un carácter duradero (por lo general, no tienen una vida útil de más de un año) como, por ejemplo, las materias primas (denominadas contablemente como existencias).
- Activos no corrientes: son aquellos bienes o recursos duraderos, que tienen una vida útil superior a un año y no están pensados para su venta, sino que están destinados a la actividad de la empresa. Estos activos también se denominan activos fijos o inmovilizado.
¿Qué es la amortización?
Con el tiempo, el valor de un activo disminuye por el desgaste. Por este motivo, los activos se amortizan para registrar esa pérdida de valor. Es decir, la amortización es una forma de asignar el gasto de un activo durante su vida útil.
El gasto de la compra no se computa en el resultado del ejercicio en el que se ha comprado el bien, sino que se distribuye de forma proporcional durante todos los ejercicios que hacemos uso del activo.
¿Qué activos son amortizables?
Los activos amortizables son todos aquellos cuyo valor disminuye por el uso, ya sea por el paso del tiempo o por la obsolescencia programada, en el caso de las tecnologías. En definitiva, son los activos que requieren que inviertas en su reparación o conservación y que, incluso así, pierden valor.
Por lo tanto, los activos amortizables son los activos no corrientes o inmovilizado, que a su vez se dividen en:
- Inmovilizado material: aquellos bienes tangibles que forman parte de la empresa y que son necesarios para desarrollar su actividad económica. Algunos de ellos son: maquinaria, mobiliario, instalaciones técnicas, equipos informáticos, terrenos y bienes naturales, elementos de transporte, etc.
- Inmovilizado intangible: aquellos activos que no son materiales, sino que son intelectuales, o un derecho en lugar de un bien como, por ejemplo: patentes, aplicaciones informáticas, concesiones, etc.
¿Cómo calcular la amortización de un activo?
Para estimar la pérdida de valor de un activo no corriente, debes tener en cuenta los siguientes factores:
- El valor amortizable. Es decir, el precio del activo.
- Su vida útil o el tiempo estimado de uso del activo.
Veamos un ejemplo.
Imagina que compras una máquina de envasado de 40.000 euros y que tiene una vida útil de 10 años. Si la pérdida de valor es lineal durante todo ese tiempo, el cálculo de la amortización es el siguiente:
Valor de la máquina / Vida útil de la máquina = 40.000 /10 = 4.000 euros al año.
Por lo tanto, la amortización de este activo sería de 4.000 euros al año.
¿Cómo automatizar la amortización de activos con Tryton?
El ejemplo que acabamos de ver es un caso de amortización lineal, es decir, que la pérdida de valor del activo se mantiene constante en el periodo de tiempo establecido.
Sin embargo, no todas las amortizaciones tienen un cálculo tan sencillo. Y, como comprenderás, tu trabajo va más allá que ir paseándote por la empresa y calcular las amortizaciones de tus activos.
Por eso, lo ideal es automatizar las amortizaciones en un software de gestión empresarial, como Tryton.
Esto es un cuadro de amortización de activos con Tryton. De esta manera, el sistema planifica todas las amortizaciones que hay que realizar y, después, a través de un asistente, se contabilizan todas automáticamente.
Además, Tryton permite actualizar el valor de un activo (realizando su correspondiente ajuste contable) y vender el activo antes de su amortización total.
Sin duda, una forma de contabilizar las amortizaciones de forma automática, mucho más ágil y sencilla que los cálculos manuales, para que tengas al día todos los gastos y puedas presentar las obligaciones tributarias sin fallos.
Te puede interesar: Cómo hacer el cierre contable de tu empresa
¿Tienes alguna duda? ¿Quieres saber qué ventajas tiene un ERP?
¿Quieres recibir todas las novedades en tu correo?
Déjanos tu contacto a continuación:
