Mudarse de casa, empezar una nueva relación o cambiar de trabajo, todo implica un cambio. Y, ese cambio, da miedo.
Pero si, además, hay nuevas tecnologías implicadas, todavía existe una mayor reticencia. En el caso de la implantación de un ERP los procesos se reestructuran, así que hay que mentalizarse de que habrá cambios.
Ahora bien, ir de lobo solitario no te ayudará. Debes tener involucrada a toda la empresa para facilitar el proceso. ¿Cómo?
Anticípate.
Saber los motivos y los miedos que afectan a tu equipo es clave para poder afrontar un cambio de ERP. Te contamos los miedos principales y cómo mitigarlos.
Pero antes…
Índice de contenidos
¿Por qué tenemos miedo al cambio?
Muchas veces, se menciona el miedo al cambio como un cliché, sin pararnos a pensar en qué motiva ese miedo.
Podemos destacar tres tipos de miedo ante un cambio:
- El miedo a no dominar la situación, cuando notamos que perdemos el control.
- El miedo a equivocarnos, cuando no queremos arriesgarnos para no fallar.
- El miedo a lo desconocido, cuando no sabemos qué nos deparará esa situación.
Y, es que, según algunos estudios, la resistencia al cambio puede traducirse en: una menor productividad, fuga de trabajadores, hostilidad o huelgas, entre otros.
Por ello, es esencial actuar desde la empatía con tu equipo a la hora de presentar un cambio en la empresa o, en este caso, de ERP, tener en cuenta sus miedos y exponer soluciones a sus principales preocupaciones.
3 miedos principales de cambiar de ERP
Ahora que ya sabes los miedos generales, vamos a los específicos. Para que en tu empresa vayáis todos a una, debes tener en cuenta las dudas e inseguridades más frecuentes ante el cambio de software de gestión:
1. Miedo a perder el puesto de trabajo.
Uno de los mayores obstáculos ante la instalación de un nuevo sistema de trabajo, es el desconocimiento o miedo a que los puestos de trabajo sean sustituidos por el programa.
Una persona que lleva años trabajando de una manera, puede sentirse reemplazada por un nuevo programa o pensar que, si no se adapta rápido al cambio, su trabajo peligra.
2. Aumento del volumen de trabajo.
Otra causa de la resistencia al cambio es la carga de trabajo adicional que supone el cambio de sistema de gestión. Como, por ejemplo, el tiempo que los dos ERP están operativos para hacer la migración de datos, o las horas de formación para aprender a utilizarlo.
3. Desconocimiento de los plazos.
En algunas ocasiones, la empresa proveedora no informa del tiempo de implantación del ERP. O, en otros, la empresa no informa a sus trabajadores de la duración del cambio. En ambos casos, la situación provoca cierta reticencia, ya que no saben cuánto se alargará el proceso.
Di adiós al miedo ante el cambio de ERP
Por mucho que tengas el mejor programa del mercado, si tus empleados no lo usan, o no se benefician al usarlo, no te va a servir de nada.
Por ello, para obtener buenos resultados, debes contar con el compromiso de tu equipo. De aquí que sea tan importante detectar los problemas desde el principio.
Si ya tienes localizados sus miedos e inseguridades, ahora toca mitigarlos. Pero, ¿cómo?
1. Comunícate con tu equipo.
Una buena comunicación es clave. Informa a tu equipo de las necesidades de la empresa y los beneficios de utilizar un software de gestión empresarial. Asimismo, escucha los miedos de los diferentes departamentos, informa a los empleados sobre los procesos que se llevarán a cabo y diferencia entre destruir y evolucionar el tipo de empleo.
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Recuerda: un equipo implicado hará el cambio más llevadero.
2. Elige un buen proveedor ERP.
La participación de la empresa en todo el proceso y escoger el implantador adecuado tienen un papel muy importante.
Para escoger un proveedor de software de gestión, pide una demo del programa, asegúrate de que tienes toda la información sobre el alojamiento, el soporte técnico, el mantenimiento del ERP, la formación, etc. Cuantos más detalles, mejor, ya que transmitirá a tu equipo una mayor confianza y hará que todo el proceso sea más fácil.
3. Planifica el proyecto.
Establece con el proveedor todas las etapas a seguir en la implantación del ERP, y los plazos de tiempo para cada una de ellas.
Además, debes informar a tu equipo (vuelve al apartado 1) para que sepan en todo momento qué se hará, si deben participar en alguno de los procesos, cuándo empezarán a trabajar con el nuevo programa o cuántas horas de formación deberán dedicar, entre otros.
Recuerda que, aunque dé un poco de miedo, no hay mejora sin cambio.
Detectar la reticencia de tu equipo y afrontarla es solo una etapa de una buena implantación de un software de gestión. ¿Quieres saber cuáles son las claves para implantar un ERP con éxito?
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