Cuando te compras un móvil, unos auriculares, unas cápsulas de café o cualquier producto, ¿sabes qué incluye el precio que pagas?
El precio total de un producto incluye unos costes directos y unos costes indirectos, además del beneficio que se lleva el vendedor.
Y es que no solo pagas por el producto en sí, sino que pagas un porcentaje de la luz que se ha utilizado en su fabricación, la mano de obra, el alquiler de la nave y un largo etcétera.
Por eso, si tienes una empresa de fabricación de productos y quieres que tu negocio vaya viento en popa, debes saber qué son los costes directos y los costes indirectos para poder obtener beneficios.
Índice de contenidos
Costes directos vs. Costes indirectos
Primero de todo, vamos a aclarar conceptos:
- Los costes directos son aquellos relacionados directamente con la fabricación o venta de tus productos o servicios.
- Los costes indirectos son aquellos que no tienen una relación directa con la fabricación o venta de los productos o servicios, pero sí con la actividad de la empresa.
Sobre el papel parece sencillo, pero la realidad de un negocio es más complicada y la frontera entre costes directos e indirectos no siempre está tan clara.
Teniendo en mente esta breve descripción, vamos a ver cuáles son los costes principales que encontramos dentro de cada uno de ellos.
¿Cuáles son los costes directos de fabricación?
Los costes directos son más fáciles de asignar y cuantificar que los indirectos. Dentro de los costes directos de la fabricación de productos, podemos destacar:
1. Costes de producción.
La compra de materias primas para fabricar los productos, la compra de stock para el almacén, las compras de material para embalar o envasar los productos… todo son costes que afectan directamente a la fabricación del producto.
2. Costes de mano de obra.
Aquí entran los sueldos de los empleados que trabajan directamente en la fabricación de los productos, la seguridad social y los impuestos y retenciones de los salarios.
¿Cuáles son los costes indirectos de fabricación?
En los costes indirectos de fabricación encontramos todos aquellos gastos que tiene la empresa, independientemente de la producción. Destacamos:
1. Costes de mano de obra indirecta.
El personal de la empresa que no trabaja directamente fabricando productos, pero que es necesario para la actividad empresarial (administración, comerciales…).
2. Costes de alquiler.
El alquiler del local o de las instalaciones que necesitas para fabricar los productos y desarrollar tu actividad, es un coste fijo que no depende directamente de la cantidad de productos que fabricas.
3. Costes de suministros.
El gasto de electricidad, de agua, de calefacción, la factura de teléfono o cualquier suministro que sea necesario para realizar tu actividad empresarial.
En este caso, por ejemplo, si quisiéramos mirar el detalle, podríamos considerar que la luz que utilizan las máquinas para fabricar un producto es un coste directo, pero la que utilizan los ordenadores en las oficinas es un coste indirecto.
4. Costes de amortizaciones.
La parte proporcional de las inversiones que influyen en la producción como, por ejemplo, la maquinaria utilizada. Este coste es indirecto ya que es un coste fijo mensual de la empresa, independientemente de si se fabrican productos o no.
5. Costes derivados de servicios externos.
Servicios bancarios, seguros, impuestos, colaboradores o servicios externos… todos aquellos costes del negocio que son necesarios para su actividad, pero no afectan directamente a la fabricación del producto.
Saber exactamente cuáles son los costes directos e indirectos, te ayudará a tener un mayor control de la economía de tu negocio.
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Recuerda: la rentabilidad de tu empresa depende de la gestión eficiente de los costes.
Ahora bien, siempre hay que ir revisando y analizando qué es lo que ocurre en el día a día del negocio para no tener sustos y garantizar su supervivencia. Para ello, un ERP como Tryton es tu gran aliado para llevar la gestión al día y tomar decisiones basadas en datos.
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