La mayoría de las personas llegamos al mundo empresarial sin saber cómo leer una nómina o qué obligaciones tributarias debe presentar una empresa. Y ya ni hablamos de realizar el balance de cuentas.
¿Cómo saber si tengo suficiente capacidad de inversión?¿Qué perspectivas tiene la empresa si mantiene los niveles de facturación?
No es ninguna novedad que cualquier acción empresarial tiene que estar basada en datos. Y más, cuando hablamos de decisiones económicas como recorte de costes, inversiones, necesidades de financiación…
Sin embargo, elaborar e interpretar los estados financieros no es tarea fácil.
Te explicamos los conceptos básicos que debes tener en cuenta para no ahogarte en un mar de datos.
Índice de contenidos
Las cuentas anuales
Todas las empresas tienen la obligación de elaborar las cuentas anuales y presentarlas en el Registro Mercantil al final de cada ejercicio.
Las cuentas anuales son los documentos que plasman los estados financieros de la empresa, y nos proporcionan una gran cantidad de datos que nos ayudan a tomar decisiones adecuadas (si sabemos interpretarlos).
¿Qué documentos incluyen las cuentas anuales?
- El balance de situación
- La cuenta de pérdidas y ganancias
- El estado de cambios del patrimonio neto
- El estado de flujos de efectivo
- La memoria
El balance de situación y la cuenta de resultados forman la parte más importante de las cuentas anuales. Nos vamos a centrar en estos dos documentos.
El balance de situación
El balance de situación es el informe que muestra la situación económica y financiera de la empresa en una fecha concreta.
Recoge, de forma resumida, toda la información referente a los activos, pasivos y patrimonio neto de la empresa en el tiempo analizado. Así, sabremos en qué estado contable está la empresa en ese momento.
Dentro del balance de situación, encontramos dos partidas fundamentales:
1. Cuentas de activo
Todos aquellos bienes y derechos que posee la empresa. Específicamente, distinguimos entre activos inmovilizados, existencias, realizables y disponibles.
En esta partida encontramos, por ejemplo, el dinero que la empresa tiene en las cuentas bancarias o las facturas pendientes de cobrar, pero también los vehículos y la maquinaria que la empresa utiliza para sus actividades.
2. Cuentas de pasivo
Todas aquellas deudas que tiene la empresa, tanto a corto como a largo plazo.
Por ejemplo, en esta partida encontramos las facturas que debemos a nuestros proveedores, los impuestos y las cotizaciones sociales que debemos pagar, pero también las pólizas y créditos que la empresa ha solicitado a los bancos.
La cuenta de resultados
También conocida como cuenta de pérdidas y ganancias, es la muestra del resultado económico de la empresa durante el periodo de referencia.
Es la diferencia entre los ingresos y los gastos y, como su nombre indica, nos informa de los beneficios o pérdidas obtenidas en el ejercicio contable.
Ingresos – Gastos = Resultado
Ingresos < Gastos → Pérdidas
Ingresos > Gastos → Ganancias
El resultado de esta resta representa lo que realmente ha ganado la empresa. Además, con las diferentes partes de la cuenta de resultados, podemos hacernos una idea aproximada de las causas del resultado financiero.
En este informe veremos lo que ha ingresado la empresa por su actividad principal, así como los ingresos secundarios como, por ejemplo, las inversiones financieras. Además, podremos ver un detalle de los gastos derivados de la actividad principal, como pueden ser las compras de existencias o los gastos de personal; y de los gastos no derivados de la actividad económica, como los intereses de préstamos y similares.
Ahora que tienes unas nociones mínimas sobre las cuentas anuales, ya estás preparado para conocer los indicadores contables que te ayudarán a saber en qué estado se encuentra tu empresa.
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