Para muchas empresas, el verano es sinónimo de menos facturación.
¿Por qué?
Porque, por lo general, los negocios concentran la mayor parte de las vacaciones de los empleados en estas fechas y la actividad disminuye. El verano es una época de descanso, de horarios intensivos o más flexibles, de tumbarse en la playa…
Pero también es tiempo de reflexionar y, si tienes un negocio, puedes tomarte estos meses para pensar, evaluar y replantear aspectos de tu empresa.
Índice de contenidos
Primero, hazte preguntas
Cuando entras en la rueda del día a día es difícil parar. Por ello, los meses de verano pueden darte el respiro que necesitas para reflexionar sobre tu negocio. Eso sí, debes hacerte las preguntas adecuadas. Te proponemos algunas:
- ¿Está funcionando la estrategia actual?
- ¿Estamos gestionando bien los recursos de la empresa?
- ¿Podemos mejorar nuestros servicios o productos?
- ¿Estamos delegando tareas?
- ¿Podemos mejorar la gestión empresarial?
- ¿Estamos potenciando lo que mejor hacemos?
- ¿Nuestros productos o servicios son competitivos?
- ¿Contamos con un equipo motivado? ¿Y qué hacemos para conseguirlo?
- ¿Hemos alcanzado los objetivos que nos hemos marcado?
- ¿Podemos invertir en alguna herramienta que mejore nuestra productividad?
- ¿Sabemos analizar e interpretar los datos que generamos?
Segundo, evalúa procesos
Las respuestas te darán pistas sobre qué mejoras y cambios son prioritarios en el negocio. Sin embargo, debes buscar por qué lo que se está haciendo no funciona y, para ello, evaluar el funcionamiento y los procesos actuales te servirá de ayuda para localizar el problema.
Vamos a verlo con un ejemplo.
Tienes tienda física y online, cada una con un programa de gestión diferente. Uno de los objetivos anuales era que, sin ampliar equipo, los pedidos se fabricaran y se enviaran más rápido para poder absorber más ventas. Sin embargo, han salido pedidos duplicados, otros se han perdido por el camino, te has quedado sin stock un par de veces (lo que ha retrasado algunos envíos) y tu equipo no sabe gestionar la carga de trabajo.
El problema: no cuentas con un sistema de gestión que agrupe los pedidos de ambas tiendas y donde puedas ver el stock que tienes en almacén, y quieres que tu equipo produzca más y más rápido sin una planificación de la producción.
Tercero, plantea mejoras
Una vez te has hecho las preguntas y has visto dónde tu empresa cojea, llega el momento de buscar soluciones, reorientar procesos y plantear mejoras.
Cambiar la estrategia, ampliar equipo, reducir el catálogo de productos, aumentar las tarifas, cambiar de proveedor, comprar más maquinaria… Las respuestas pueden ser tan variadas como las preguntas. En el ámbito de la gestión empresarial, por ejemplo, muchos de los problemas se solucionan con un ERP.
Y es que, además de dar un paso adelante en la digitalización de tu negocio, un software de gestión como Tryton te permite unificar la gestión en un único programa, automatizar tareas y procesos, controlar el stock, reducir errores, aumentar la productividad y ayudarte a analizar los datos para saber si vas por buen o mal camino.
Así que, ya sabes, si tienes la oportunidad, aprovecha el verano para reflexionar sobre tu negocio, valora qué departamentos o procesos de tu empresa no funcionan como deberían y cómo puedes conseguir que lo hagan.
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¿Crees que ha llegado el momento de cambiar de ERP y quieres ponerlo a punto para la vuelta de vacaciones?
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